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martes, 4 de diciembre de 2012

El torso empalado

Francisco de Goya es uno de los máximos exponentes de la pintura española. Suyos son trabajos como la serie de Caprichos, las pinturas negras, los retratos de la casa real, sus autorretratos y otras más. Para llegar a ser capaz de dibujar tanto sin repetirse es necesario tener en la cabeza imágenes de otros artistas y otros tiempos que nos ayuden a proyectar, ya sea una pintura una escultura o incluso una obra arquitectónica.

El caso de Goya no iba a ser diferente, tenemos por ejemplo una clara relación entre el torso de belvedere que claramente influye a Goya para dibujar uno de sus caprichos titulado "Esto es peor" mas comúnmente llamado como "El empalado". Otro de los casos en el que Goya se inspira es en la escultura de Bernini titulada "El alma condenada" para crear "Saturno devorando a su hijo".

Estos sin embargo son solo algunos ejemplo de este imaginario cultural necesario para Goya. No quiere decir que Francisco de Goya mire a estas esculturas para realizar sus obras, lo que ocurre es que él ya las ha estudiado y por lo tanto permanecen en su retina a la hora de proyectar.


Esto es algo que deberíamos tener muy en cuenta los estudiantes de arquitectura y los arquitectos ya que en muchas ocasiones tratamos de buscar lo novedoso y el no parecerse a nada para ser originales. Esto tiene varias pegas, una de ellas es que podemos cometer el error de por buscar la novedad descentrarnos de lo que importa y centrarnos únicamente en la forma dejando de lado la función. Es necesario tener en la retina muchos ejemplos del pasado para aprender de ello y ser capaz de utilizar recursos sencillos y buenos a la hora de proyectar.












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